Escrito por la Ing. Carolina Isaza
Hoy sentada en mi escritorio, viendo a través de mi ventana como la ciudad que antes iba a grandes revoluciones, hoy se encuentra completamente paralizada, eso me pone a pensar que nos habíamos acostumbrado a vivir a grandes velocidades, a atender lo urgente, a ser capaces y privilegiar la multitarea como un elemento primordial de la vida.
Será este el momento de repensar los negocios, porque la forma tradicional en el que las empresas han venido trabajando va a cambiar de manera sostenible, las empresas que sepan enfrentar toda esta crisis con altos índices de creatividad e innovación, son las que van a poder salir fortalecidas, los negocios ya no van a ser los mismos, las empresas hoy más que nunca deben estar dispuestas a las disrupción de sus procesos y métodos de trabajo, porque en última instancia la humanidad va a cambiar y no va a ser la misma.
En algún momento hemos escuchado sobre los riesgos que una nueva guerra mundial entre las grandes potencias fuera capaz de destruirlo todo, que el desarrollo de la tecnología en pro de la destrucción masiva avanzaba a pasos agigantados y que en cierto momento alguno iba a oprimir el botón, pero resulta que eso no ocurrió.
Ninguno de los analistas logró predecir que una simple gripa, que por causas aparentemente naturales mutó en un virus altamente contagioso y peligroso, fuera la razón para que la humanidad estuviera en grave riesgo y la obligara aislarse y parar por un tiempo todas sus actividades productivas; no fue una guerra, fue un virus el que está logrando que la humanidad se dé un respiro e inicie un periodo de reflexión profunda.
Creo que es el momento de hacer un alto en el camino para repensarnos como humanidad y volver a lo esencial del ser humano.
En este momento las grandes restricciones a la actividad económica, al tráfico aéreo, terrestre y marítimo, así como el cierre de industrias y el confinamiento poblacional ha permitido una caída de la contaminación ambiental y de las emisiones de dióxido de carbono, primer llamado a la reflexión.
Para el desarrollo de la vida productiva estamos acabando con el medio ambiente que nos permite vivir.
Las emisiones de dióxido de carbono se han reducido un 6% a nivel mundial, es decir, 200 millones de toneladas de CO2, debido al menor consumo de combustibles fósiles.
En pocos días se han visto cambios notables en la ecología, el agua de los canales de Venecia se ha vuelto casi cristalina, la reducción del número de embarcaciones también permite observar peces y otros animales acuáticos en la corriente, en Italia se vieron delfines en la costa y patos salvajes en las fuentes de Roma, y estos mismo está ocurriendo en otros lugares del mundo.
Debemos reintegrarnos al mundo con una nueva actitud, replanteando y dando un vuelco total en la forma de actuar personal y profesionalmente, para entregar al planeta y la sociedad lo mejor de nosotros, promoviendo el desarrollo de ciudades que garanticen calidad de vida y saneamiento básico a las personas e infraestructura verde y resiliente al cambio climático, ya que además de la pandemia estamos viviendo cambios extremos en el planeta y debemos garantizar y procurar su preservación, por que definitivamente somos los únicos responsables de preservar la vida y lograr conservar nuestro hogar, el mundo.
Por todo esto, es tiempo de interiorizar y de redescubrir las pequeñas cosas que pasan a nuestro alrededor, reconocernos en el otro, ser conscientes del daño que hemos ocasionado a la naturaleza y pensar en cómo lo debemos reparar.
Razones significativas para que desde nuestro sector seamos consecuentes en nuestro actuar con responsabilidad social y ambiental; La tecnología de los Geosintéticos son soluciones innovadoras de ingeniera, amigables con el medio ambiente que ayudan a mitigar los impactos negativos que generan los procesos de construcción en los ecosistemas contribuyendo a desarrollar ambientes sustentables y sostenibles.
Porque el planeta quiere algo diferente, soluciones que construyan un mundo mejor.